A los jovénes de hoy el sentido que
tienen de la semana santa es diversión, diversión y más diversión
Los días santos en la ciudad oscilaron entre reflexión y pensamiento para las personas creyentes,
que conmemoran la pasión y muerte de
Jesucristo y sus enseñanzas de su recorrido por la tierra, a su peculiar práctica en la parroquia, templo o
salón (o como le nombren) celebran la semana santa. En ellas se puede observar
que no están tan atestadas como en otras zonas de la ciudad, ya que según la mayoría de los mexicanos pertenecen
a la religión católica, un
aproximado de 90 por cierto (si no me
equivoco), deberían celebrar la pasión y
muerte del Ser Supremo, con máximo impulso
(de la misma manera que se celebra el 12 de diciembre) y no es así.
Supuestamente se dicen ser
católicos pero en la práctica
demuestran otra cosa. Como buen cristiano (partidario) o mejor dicho
Guadalupano para los mexicanos. Las iglesias o santuarios se muestras sin tanta concurrencia
y evocación de esas fechas.
No obstante la concurrencia se
encuentra en otros sitios de esparcimiento
y recreación: en playas, discotecas, plazas comerciales, etc.; etc.
transcurren los días santos para los vacacionistas y citadinos. Días para
respetar y recordar el suceso, es solo para los creyentes doctrinarios,
y para los creyentes confusos que solo acuden de vez en cuando, se presentan
a misa (templo o salón). Los días santos
le son totalmente ajenos y pasan efectuando otras actividades. Y solo se podrían conmover al mirar una película de la muerte
del nazareno, a lo cuál logran
estremecer hasta el más laico y todavía
con cierto desconcierto al más intransigente ateo. ¿Y tú que tipo de creyente eres? No importando a que tipo
de confesión pertenezcas ¿Cómo te declaras?:
Lo cual podría entrar en alguna de estas categorías:
1) Creyente practico -doctrinario- adepto,
dedicado-
2) Creyente practico -doctrinario- apasionado (ferviente)
3) Creyente aparente –impreciso - (inclinación familiar)
4) Creyente laico (independiente de confesión)
5) “Creyente” ambiguo -indeterminado- ( creo – no creo [conflictivo])
6) “Creyente” descreyente seudo Laico (a veces cayendo en el ateísmo)
8) Otro
Yo entraría en la categoría
número cuatro y cinco (más a la 5), declaro,
ya que no pertenezco y ni soy integrante de alguna cristiandad, así que estas fechas como “creyente” ambiguo, igual que muchos jóvenes sin considerable fe, paso estos
días de inactividad, en el bullicio, al
puro estilo de vida hedonista,
abarrotando las playas para divertirme de la manera más frívola.
Que abarca desde emborracharse con cerveza de la
localidad (hasta el hartazgo), bailando
con la bulla de los ritmos de la música sinaloense y deleitándome con las mujeres más bellas de la región. La fiesta se extiende hasta que el sol
reaparece. La semana santa se vive al
máximo en nuestro “templo” que se
convierte en templete o en barra para intoxicarnos y complacernos, y nuestro
orador o director espiritual perdura en el horizonte alumbrando nuestra “euforia”
apasionada y libertina.
Semana santa así transcurre en un
ambiente despreocupado. En esté periodo vacacional en las ciudades, con fervor, con diversión,
con festejo, con desenfreno, con
prudencia y respeto, sin intensidad, con
holganza, con descontento; así celebramos la pasión y muerte de Jesucristo,
dependiendo de nuestro grado de fe y (des)creencia.
Viernes, 09 de abril de 2010
Antonio S. Vázquez
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