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as estrellas brillaban en el
firmamento, era una noche despejada y bella, la luna llena estaba cubierta de una aureola
intensa que la hacia ver enigmática. Danitza
la miraba por la ventana en una noche de
miércoles a mitad del invierno, la
observaba unos segundos en tanto su imaginación se echo a volar. Danitza de 12
años pensó <<si tuviera bastante, si bastante dinero, emprendería un
viaje hacia aquella gema radiante>> que cada noche la acompañaba al
iniciar el crepúsculo. <<Si asaltara al hombre más rico del mundo podría
llevarme a mis padres y amigos>> susurro en su mente en tanto carcajeo momentáneamente. Tendría que tener docenas de millones de
dólares, para no ir sola y tener la compañía de sus grandes amigos, Danitza imaginaba.
Y de repente empezó a cantarle una estrofa para aquella roca esférica de color
blanco brillante que había escrito tres
noches anteriores:
<<
¡Oh luna bonita!
que me acompañas todas
las noches
a veces me olvido de
ti gema linda,
que alumbras con gran porte,
el resto del día;
La vida del planeta tierra favoreces,
igual que tu hermano
sol irradian,
a esté mágico mundo mantienen,
lleno de vida todos
los días;
por otra parte los
poetas te quieren,
porque cada noche oh
luna bonita tu los inspiras
Danitza aun no estaba satisfecha con la composición que le había
dedicado a ese anillo brillante. Ella en tanto la siguió observando por unos minutos más, en seguida pensó en
ahorrar dinero para poder comprarse un telescopio y así poderla observar más de
cerca, sino podría emprender el viaje, trataría
de apreciarla un poco más con ese artefacto Danitza planeaba obtenerlo. Y
asimismo se interesaría por la astronomía, las constelaciones, el universo, las
estrellas y demás componentes del espacio, del mismo modo la posible idea de
que existiera vida en otros planetas. A lo cual le empezaba a fascinar debido a
que las películas de ciencia ficción le gustan
mucho, y en gran parte también por la influencia de su padre que le fascinan. Sus
favoritas eran: 2001, odisea al espacio,
Apolo XI, La guerra de los mundos entre otras muchas. Despertaban en ella la curiosidad de viajar
hacia el espacio para descubrir y
estudiar nuevos elementos del extenso universo.
Contemplando la luna Danitza bostezó y terminó de observarla por esa
noche para irse a dormir, hizo un salto hacia su cama diciendo << Hasta
el infinito y más allá>> una de sus frases favoritas de un personaje
de película animada. Y así una vez más Danitza se maravillaba observando ese enorme
asteroide que se infiltraba en su
habitación para acompañarla cada noche.
Martes, 27 de abril de 2010
Antonio S. Vázquez
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