lunes, 27 de febrero de 2012

La ofensiva incompetente

La guerra contra el narcotrafico en México a producido miles de muertes 

El combate al crimen organizado y al narcotráfico por parte del Estado, a tres años del gobierno de Felipe Calderón no ha sido positivo ni eficaz. A mitad de su sexenio los resultados se inclinan más hacia lo desfavorable que lo satisfactorio.

Esta guerra hacia el crimen organizado empezó a partir de que Felipe Calderón asumió el poder, ante una elección gravemente cuestionada y tachada de parcial y fraudulenta por su más cercano adversario Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Ya que una gran parte de los votantes manifestó que la elección fue un fraude (según encuestas publicadas a finales del 2006).

Ante esto, Felipe Calderón decidió entrar torpemente a la lucha contra el narcotráfico para limpiar la credibilidad de la elección. Felipe Calderón inicio uno de sus principales objetivos, que fue el desarrollo de una ofensiva contra el narcotráfico en todo el país. De manera precipitada se lanzó a enfrentar este problema sin una estrategia inteligente y adecuada para revolver este problema integralmente, y no solo con la fuerza de las armas acabar con este cáncer que lacera a la sociedad.

Para esa difícil tarea, el presidente tuvo que recurrir al ejercito mexicano sacándolo de sus cuártateles para enfrentar este escenario, ya que las corporaciones policías de los tres niveles permanecían plenamente desacreditadas y señaladas como deficientes e incapaces para enfrentar esta difícil tarea.

Así el ejército realizaba funciones correspondientes al policial, vigilaba las calles de las principales ciudades conflictivas del país, colocaba retenes, hacia operaciones de investigación y detención; destrucción de enervantes y decomisos de armas.

(Por lo demás también se documentaba las graves faltas a los derechos civiles e individuales por parte del ejército mexicano, que iban en crecida, estas van desde abuso de autoridad, allanamientos ilegales, inclusive secuestro y tortura practicada por algunos elementos militares. La confianza y credibilidad hacia el ejército en esta operación están en juego, ya que esta institución tiene una elevada credibilidad por parte de esta sociedad mexicana.)

Sin embargo esta lucha frontal contra el crimen organizado a mitad del sexenio del presidente Felipe Calderón, los resultados han sido plenamente negativos. Aun con el ejército recorriendo las calles, la delincuencia, los asesinatos, los atentados y enfrentamientos entre la delincuencia organizada y los uniformados no cesan, a pesar de tener enormes costos para la seguridad de la población y la violación constante de sus derechos por parte de las fuerzas militares se sigue incidiendo es estos hechos.

A pesar de esto, las cifras de homicidios se han multiplicado gravemente, llegando a cantidades extraordinarias jamás vistas en tiempos de paz, en es esta lucha contra el narcotráfico.

Esto ha rebasado a las autoridades, de todos los niveles. Los hechos delictivos siguen a la alza, cada año las cifras se acrecientan. Los eventos delictivos nos asombran cada vez más, con hechos de sangre desacostumbrados, de ningún modo visto en las ciudades, se repiten continuamente las ejecuciones, decapitaciones, mutilaciones, desaparecidos, masacres en multitudes entre otros, que nos dejan fríos ante tantos hechos sangrientos que colman las páginas de los periódicos.

En lo cual los reporteros también son asediados y abatidos por el crimen organizado. Esto refleja las deficiencias y la incapacidad del Estado para combatir este problema. Se expone al fracaso y la ingobernabilidad que es evidente.
Ingobernabilidad

En algunas zonas del país, prevalece la ingobernabilidad para enfrentar la situación de embate del crimen organizado, urbes como ciudad Juárez, Tijuana, Culiacán entre otras son las zonas más difíciles para preservar la paz y seguridad de sus ciudadanos. El gobierno federal ante esto admite que tiene el control en ciudades conflictivas y que no han caído en la ingobernabilidad ni en el caos en la procuración de la seguridad, sin embargo esto es una falacia, ya que los resultados y los hechos manifiestan todo lo contrario.

El gobierno, ante todo esto trata de tener una visión más optimista, cuando en realidad su funcionamiento para brindar paz y seguridad a los ciudadanos el Estado ha sido rebasado por el crimen organizado.

Aunque la publicidad del gobierno del presidente Felipe Calderón mencioné que va por buen camino, se ha hundido casi plenamente en un pantano en el cual se ubica dada su ofensiva incompetente.


10/12/2009 

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