Ese cuadro de colores que refleja todo
lo bueno y malo de la existencia;
que educa y embrutece, conmueve,
informa y desinforma;
lava nuestro cerebro reprogramándolo
y programándolo; para ser dóciles y esclavos
de marcas y estilos de vida;
que reflejan en su transmisiones;
y que atiborran los bolsillos
de avaros y mezquinos.
Ellos los poderosos,
cuentan día a día
sus millones de lingotes de oros.
Y el rebaño de corderos
frente al cuadro de colores
manipulan y ofuscan hipnotizándolos,
y sin saberlo encadenan nuestras mentes,
a su doctrina de vida hedonista.
Sus planes y objetivos han triunfado
llenando la vida real,
con su temática superficial ,
la pantalla hacia adentro y hacia fuera
todo se uniforma. Y los corderos
marchan hacia donde ellos opten.
Ya que ese ser pensante se desvanece,
se deshumaniza y segrega al ser
altruista, solidario, y justo,
por un vacío existencial.
En tanto nuestras mentes aniquilan,
con su mierda aplastante de
mediocridad y frivolidad,
trastocan nuestros sentidos,
con su inmundicia, nutren
a millones segundo a segundo
frente al cuadro de colores.
Viernes, 27 de agosto de 2010
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