lunes, 27 de febrero de 2012

México ¿que celebrar? Parte 2.




Dedicado al gran maestro Carlos Monsiváis

México, mi triste y maravilloso México, con más de la mitad de su población sumida en la pobreza, con abundantes carencias, y millones sin un bocado que llevarse a la boca. Mi México lindo y “querido”, lleno de miseria y de dolor. ¿Con que ánimos gritar la noche del 15 de septiembre en la plaza cívica del ayuntamiento, para conmemorar el bicentenario del inicio del movimiento de independencia? Con tanta violencia en tiempos de paz, con una guerra inoperante que ha rebasado hasta el momento la trágica y vergonzante cifra de las 30 mil victimas. ¿Que festejar, con tanta miseria, desigualdad, violencia e impunidad al por mayor?

La verdad no deseo celebrar, con tantas malas razones y muy pocas a favor para sentirme orgulloso, no las tengo en este momento. ¿Quisiera celebrar esta conmemoración?, Sin embargo no me complace hacerlo, en un contexto enrarecido de violencia, desigualdad e impunidad entre otros males que hacen que sucumba mi sentir como mexicano en estas fechas tan importantes.

¿Qué exclamarían héroes nacionales como Miguel hidalgo, Vicente Guerrero, J. Ma. Morelos entre otros que fraguaron la lucha de independencia, si conocieran el México de nuestros días?(se revolcarían en sus tumbas). Después de 200 años de la lucha que enarbolaron para forjar una nación libre y soberana, de la garras de la corona española. Ahora dos siglos después sujetados por otra supremacía que son las instituciones financieras, los monopolios y los poderes fácticos que marchitan la soberanía nacional y, utilizan a las instituciones del Estado mexicano para su beneficio.

  Ese es el México de hoy, mi México, lindo y “querido”, que celebra, que vive, que anhela, que se descompone, que sobrevive con la esperanza y suspiro de millones de almas que desean un cambio real; y que se pueda apreciar en sus bolsillos, en sus estómagos, en su educación, es sus valores, en su patriotismo, en su identidad como mexicano. Ese México anhelo.

Si ese México que sueño (un México eficiente, democrático y competitivo, el México que todos deseamos) existiera hoy, desde lo más profundo de mis sus pulmones gritaría exaltadamente hasta vibrar con intensidad la noche del 15 de septiembre junto con el clamor miles de compatriotas.

Ese es el México que quiero, no es que tengo ante mis ojos: un México resignado a ser siendo una nación aletargada, paralizada y deformada.

 Es hora de reflexionar, ¿Cual es el México que quiere cada uno de nosotros? Es necesario ya un cambio urgente.
Así que yo no celebrare, ni vitoreare en la plaza cívica, ese fervor mediático no se esparce en mí.
 ¡Que viva México!
Otro México opuesto al de hoy.



JASV    15/09/`10

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